Introducción

 Este blog nace desde la necesidad de pensar realmente a respecto a todo. Porque hay momentos en que la educación, tal como la conocemos, ya no alcanza. No basta con repetir lo que se ha hecho siempre, ni seguir formando a personas para encajar en un mundo que tantas veces excluye, oprime o silencia. Este espacio es una invitación a romper con las inercias del pensamiento único, a cuestionar lo que damos por sentado, y sobre todo, a desaprender para poder imaginar y construir realidades distintas.

Desaprender no es olvidar lo aprendido, sino revisar críticamente los saberes que nos han formado: aquellos que nos enseñaron a obedecer más que a pensar, a memorizar más que a dialogar, a competir más que a colaborar. Desaprender es un acto de valentía intelectual y emocional; es mirar con otros ojos la escuela, el aula, la figura del docente, el currículum, el conocimiento mismo.

Liberar, en este contexto, significa abrir caminos: caminos hacia otras formas de educar y de vivir. Significa entender que la educación no puede ser neutra, que enseñar es siempre un acto político, y que cada decisión pedagógica puede reproducir o transformar el mundo. Este blog no pretende ofrecer respuestas absolutas, sino abrir grietas por donde se cuele la duda, la reflexión y, sobre todo, la esperanza.

Aquí confluyen múltiples voces: filósofas, sociólogos, pedagogas, estudiantes, comunidades, experiencias zapatistas, infancias que piensan, docentes en formación y en transformación. Todas ellas nos invitan a pensar la educación no como un conjunto de técnicas, sino como un territorio en disputa donde se juega el sentido mismo de la vida en común.

Desaprender para liberar es una consigna, pero también una práctica. Es el deseo de acompañar a otros (y a nosotras mismas) en el camino de imaginar otros mundos posibles: más justos, más críticos, más humanos. Este blog es apenas un punto de partida. Lo que venga después, ojalá lo pensemos juntos.