La manera de pensar los alumnos en la educación primaria
Durante la jornada de observación con un grupo de estudiantes de entre 11 y 12 años, fue posible identificar características propias de una etapa de transición significativa en su desarrollo cognitivo y emocional. En esta edad, el pensamiento comienza a dejar atrás lo concreto para iniciarse en lo abstracto, aunque aún con muchas limitaciones. Se observó que su razonamiento está fuertemente influenciado por los cambios propios de la pubertad, generando reacciones impulsivas y una tendencia a interpretar las correcciones como ataques personales.
Muchos muestran actitudes egocéntricas, asegurando que “ya lo saben todo”, lo cual les dificulta aceptar otras perspectivas y limita su disposición al diálogo y al aprendizaje. Existe una marcada influencia de su entorno social y digital; los contenidos que consumen en redes sociales, como temas de moda, música o influencers, impactan en su manera de expresarse y en la construcción de su identidad.
Aunque tienen la capacidad de formular preguntas, suelen hacerlo de forma directa y sin profundizar. En general, evitan hablar de sus propios intereses o emociones, ya sea por falta de confianza o porque no consideran sus ideas importantes. Sus argumentos tienden a ser repetitivos y poco justificados, lo que refleja que su pensamiento crítico aún está en desarrollo.
Se percibe en ellos una mezcla entre la búsqueda de identidad y la necesidad de pertenecer, lo que a veces los lleva a copiar actitudes o modelos externos sin reflexionar sobre quiénes son realmente. A pesar de esto, existen señales de que, con el acompañamiento adecuado, pueden fortalecer su autonomía, su capacidad reflexiva y su seguridad para expresarse con mayor claridad y profundidad.
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